Taller de Expresión Artística para Niños de Ascendencia Mapuche:
Quinta Normal, Octubre 2012.
Presentación.
Como
se sabe, las minorías étnicas en gran parte del mundo están exhibiendo una
creciente capacidad de movilización, no para integrarse a la sociedad en la
cual se hallan inmersas, sino en pos de realizar su respectiva identidad. Se
suele llamar a este proceso “despertar”, suponiendo un tiempo previo de
tranquilidad, aquella del ensueño o del dormir.
Los
que en nuestro país "despiertan" se quejan, entre otras cosas, de que
Chile en buena medida se ha construido sobre el sometimiento y la preterición
ejercidos en su contra. La preterición (el hacer caso omiso de alguien que está
ante nosotros; comportarse y decidir como si no estuviese presente) es mutiladora
para el sí mismo. Desde Nietzsche sabemos que uno de los motores del desarrollo
humano es la aspiración a ser reconocidos por los demás como deliberantes, como
co-transformadores de la realidad.
Esa
aspiración están aprendiendo a satisfacerla los adultos de las minorías étnicas,
logrando en tal proceso grandes aciertos, e incurriendo también en penosos
errores (desunión interna, tendencia endogámica). Oscilación inevitable entre
luz y oscuridad: nadie puede enseñar a coincidir con el ideal étnico, menos en
un sistema educacional público como el chileno: uniformizador, desfinanciado, en
peligro de desaparición.
El
estado de movilización (la decisión de transitar un tiempo estructurado,
direccionado), en todo caso, conlleva factores protectores para quien lo asume.
Los indígenas adultos que luchan, pues, cuentan con recursos y mecanismos que
les otorgan algún grado de co-autoría de sus destinos. Pero, ¿qué pasa en Chile
con los niños de pertenencia, o ascendencia, indígena? ¿Qué ocurre con aquellos
que deben vivir en Santiago, portando una difusa identidad, alejados de sus orígenes?
Además
de la disonancia cognitivo-afectiva en la que pudieran hallarse, hay evidencia
de que esos niños, especialmente los mapuches, suelen ser víctimas de
discriminación, de agresión física en sus colegios. Los patrones familiares parecen
brindarles poca ayuda en tal situación.
Enfocados
en ellos elaboramos una breve intervención en clave arte-terapéutica, bajo la
forma de Taller de Expresión Artística para Niños de Ascendencia Mapuche, con
patrocinio de APECH (Asociación de Pintores y Escultores de Chile). Gracias a amigos
de la ONG CEC, a través de la familia Pilquil (Flecha, en mapudungun), logramos
establecer contacto con la Escuela Antumalal (Lugar u horizonte inundado de luz
solar, en mapudungun), de Quinta Normal, sitio ideal para llevar a cabo nuestro
proyecto. Su Director, Don Eduardo Villa, lo aprobó con entusiasmo. La
Orientadora, Sra. Margot Escobar, y el Jefe de UTP, Sr. Omar Fuentes,
seleccionaron los alumnos.
Los
participantes provienen de familias de bajos recursos. Son alumnos de desempeño
escolar medio, estimando los profesores que podrían exhibir un mayor
rendimiento de encontrarse en situación socioeconómica más favorable. Sus
edades van desde los 8 y hasta los 12 años, cursando desde Segundo y hasta
Sexto Básico.
Se
convocó a sus apoderados, para explicarles los objetivos del Taller.
Lamentablemente, muchos de ellos trabajan, así que llegaron pocos a la reunión.
Los asistentes se mostraron satisfechos por esta posibilidad de dar una
educación lo más integral posible a sus hijos. Llegaron a sugerir que también
ellos necesitaban de una iniciativa semejante que les permitiera reconectarse
con sus raíces.
Con
todo en regla, reservamos las tardes de los miércoles de octubre para llevar a
cabo esta prometedora actividad.
María Eugenia Walker Vicuña,
08-8925090, mwalkerv@uc.cl
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